Selección Boliviana campeona en 1962 / Fotografía: Especial
Por: Adán Manzano Aguilar
/ Bachillerato JRF
En la Copa América, a lo
largo de sus 43 ediciones, la mayor parte de los países campeones del certamen
han sido dirigidos por estrategas nacionales. Pero, solo dos entrenadores
extranjeros se han coronado. El brasileño Danilo Alvim con Bolivia en 1963, y
el inglés Jack Greenwall, quien comando a Perú al campeonato en 1939, han sido
los únicos dos dirigentes que se han encargado de consagrar a un país ajeno a
su nacionalidad.
El británico, quien
disputó la mayor parte de su carrera como jugador y entrenador y consiguió
palmarés en ambos roles con Barcelona de España, fue escogido en 1939 para
liderar a la selección peruana, quien fue el país anfitrión de aquella edición.
Greenwall fue elegido gracias a su triunfo en la liga local con el equipo
peruano de Universitario de Deportes.
El campeonato de la
selección “Rojiblanca” fue considerado por algunos investigadores sociales,
como el “Mayor Logro” de la nación, desde su independencia.
Cinco equipos disputaron el
torneo en un sistema de liga a una sola vuelta. El cuadro “Inca” inició su
participación con un triunfo 5-2 sobre su similar de Ecuador. Encuentro que género
morbo debido a la guerra que habían protagonizado ambas naciones dos años
antes.
Su siguiente oponente fue
Chile, a quien superó 3-1. No solo la rivalidad deportiva gobernó alrededor del
cotejo, sino social, ya que se cumplían tres años desde la salida de Chile de
la ciudad de Tacna, Perú. Aquel país vivió crisis sociales, pero el fútbol le
dio otra oportunidad ante sus ocupantes.
Para su tercer compromiso,
los peruanos superaron con un contundente 3-0 a Paraguay, y consumaron el
campeonato al imponerse 2-1 ante Uruguay y convertirse en campeones de
Sudamérica, en su casa y ante su afición. Los “Bicolores” fueron el único
equipo invicto del certamen al ganar todos sus encuentros, de la mano de un
técnico europeo.
24 años después, otro ex
futbolista repitió la hazaña. El “Maracanazo”, aquel duelo donde Uruguay se coronó
campeón del mundo en 1950 ante el anfitrión, Brasil, y arruinó la fiesta de un
país entero, tuvo secuelas en las calles, en la afición y en los jugadores
“cariocas”. Entre esos jugadores se encontraba Danilo Alvim.
El ex jugador disputó el
“Maracanazo”, el cual, según Alvim, “arruinó su carrera futbolística”. Sin
embargo, en los inicios de su carrera como Director Técnico, el país de Bolivia
requirió de sus servicios para la Copa Sudamericana, en la cual serían anfitriones.
El brasileño respondió a la confianza con un campeonato continental.
La escuadra local comenzó su
misión en la XXII edición, celebrada en 1963, ante Ecuador. Remontó e igualó
4-4 en aquel encuentro. El formato de la competencia seguía con un sistema de
todos contra todos a un solo duelo. Bolivia se impuso 2-1 en su segundo
encuentro ante su similar de Colombia.
En su tercer duelo, se
llevó la victoria al ganar 3-2 a Perú. Coronó su cuarta victoria consecutiva al
derrotar 2-0 a Paraguay y apuntarse como el único país invicto. Los “Altiplánicos”
disputaron sus dos últimos duelos superando 3-2 a Argentina y culminó su
coronación al ganarle 5-4 al vigente campeón del mundo, Brasil, quien lo había
logrado en Chile 1962.
Ambos entrenadores
extranjeros al país que dirigían, aprovecharon la oportunidad de que su equipo
fue sede para edificarse como campeones de Sudamérica. Ambos estrategas ya
fallecieron, pero el recuerdo de sus hazañas aún queda vivo en las naciones a
las que llevaron a lo más alto del pedestal.