Selección de Uruguay en la Copa América 1916 / Fotografía: Especial
Por: Adán Manzano /
Bachillerato JRF
La Copa América tuvo
carencias durante su primera edición celebrada en Argentina, en 1916, debido a
la falta de organización y de árbitros. Ante esta escasez, el director técnico
de Chile, Carlos Fanta, y el jugador brasileño Sidney Pullen, tuvieron que
apoyar al certamen y dirigir algunos partidos como colegiados. La Confederación
Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL), que se creó mientras se jugaba el torneo (9
de Julio de 1916), pidió a ambos que ayudaran a pitar.
Todos los encuentros de la
competición se disputaron en el Estadio Gimnasia y Esgrima de la ciudad de
Buenos Aires, por lo que no afectaría su movilidad para afrontar los partidos
de su selección en la Copa Sudamericana, como se le denominaba en esa época.
En la justa participaron cuatro
naciones. Argentina, Brasil, Chile y Uruguay, contendieron en el sistema de
liga, que se llevó a cabo en una sola vuelta. El equipo con mayor cantidad de
puntos conseguía el trofeo.
Primeramente, el
futbolista verdeamarela fue el
silbante central del segundo enfrentamiento de la competición continental,
donde se midió el anfitrión en contra de su similar de Chile. La “Albiceleste”
goleó 6-1 a “La Roja”, y se acreditó su primer triunfo.
Pullen compitió con la ´Selección Carioca´, que finalizó con dos empates a un gol ante Chile y
Argentina. Además, sufrió un descalabro 2-1 ante Uruguay, quien obtuvo el
primer título sudamericano.
Por otra parte, el
entrenador Fanta dirigió un par de duelos. El chileno fue escogido para llevar
a cabo dos de los tres últimos encuentros del torneo. Los cotejos fueron entre
Argentina y Brasil, y el partido de Uruguay ante la misma selección “Canarinha”.
El cotejo entre el equipo anfitrión
y el ´Scratch Du Oro´ finalizó con un empate 1-1. Mientras que en el segundo encuentro,
el equipo “Charrúa” se impuso 2-1 a los brasileños.
Con Chile, el estratega no
alcanzó ninguna victoria y solo consiguió un empate y acumuló dos derrotas,
para apuntarse así, el último lugar de la competición.
En ninguno de los
partidos, los “árbitros” reclutados de emergencia, no tuvieron alguna polémica
arbitral o una marcación dudosa. Por esta razón, su doble papel en esta
competencia continental no se vio manchado y pasó a la historia como un hecho
que en la actualidad sería imposible de realizar.