lunes, 15 de diciembre de 2014

América conquistó su doceavo título


Por: Luis Enrique Pastor / Bachillerato

América se coronó campeón del Apertura 2014 tras vencer a Tigres 3-1 en el marcador global. 'Las Águilas' iluminaron el Estadio Azteca con su doceava estrella, que los acredita como máximos ganadores del torneo de liga en México. Por otro lado, los de la UANL pelearon la sexta final de su historia con 8 hombres en el campo.
Los héroes que esculpieron su nombre en el nuevo campeonato azulcrema fueron el ecuatoriano Michael Arroyo, Pablo Aguilar y Oribe Peralta, en un 'Coloso de Santa Úrsula' abarrotado por los asistentes.
La final del futbol mexicano entonó el nerviosismo digno del nivel que el partido exigió. La primer víctima de él fue Moisés Muñoz cuando recién arrancó el encuentro; 'Moi' por poco comete una pifia monumental luego de un pase hacia atrás que no pudo recepcionar, por consiguiente la redonda se escabulló y salió a centímetros del arco amarillo. Enseguida, las ofensivas comenzaron a ecualizar los embates en un ida y vuelta sin claridad al definir.
Conforme transcurrieron los minutos de la primera mitad, el ambiente del Estadio Azteca se tornó tenso, al grado que en la cancha los equipos se contagiaron y le bajaron los 'decibeles' a su volumen de juego. Sin embargo, el duelo no dejó de ser rápido, solo que los atacantes fueron incapaces de combinar sus habilidades adecuadamente.
Un estruendoso desafío de cánticos de ambos bandos hicieron imposible a los oídos la legibilidad del sonoro grito de guerra de las aficiones. La pasión de los mismos, llegó a obstaculizar el partido. Pues a los 19 de tiempo corrido, Paul Delgadillo, juez central, detuvo la circulación por unos segundos a causa de un láser que molestaba al arquero felino.
Al 33’, el júbilo americanista se tradujo en los litros y litros de cerveza que volaron cuando Michael Arroyo puso el 1-0 parcial. En un trazo en el que la pelota le quedó larga a Egidio Arévalo, Arroyo la ganó por velocidad en tres cuartos de cancha y se metió hasta el área, donde perforó la red de Nahuel Guzmán para el empate global a 1.
En el segundo tiempo, el poderío de Tigres se extinguió ante los azotes americanistas. Al 61’, Pablo Aguilar techó al guardameta visitante con un cabezazo para darle la vuelta al marcador (2-1). Con esto, la afición azulcrema vislumbró el trofeo en sus manos y la algarabía retumbo en el gigante de concreto. A partir de ahí, el equipo de Ricardo Ferretti se fue abajo en todos sentidos. En una nueva contra, Miguel Layún se fue sólo hacia el marco rival hasta ser detenido de manera ilegal por Darío Burbano, quien se ganó la roja directa; en los siguientes 8 minutos el cartón que nadie quiere ver fue presentado a Damián Álvarez y Nahuel Guzmán. Uno por reaccionar agresivamente contra Delgadillo y otro por una patada intencional a Arroyo, respectivamente.
Tigres, con la moral por los suelos, y el América con el ánimo en los cielos se enfrascaron en una 'cascarita' en la que los locales fueron vencedores. Pese a la expulsión de Luis Ángel Mendoza, por contestar agresiones, las Águilas se dieron tiempo a marcar otro gol; ahora a través de los pies de Oribe Peralta quien vacunó a una débil defensa visitante.

Al final, Antonio Mohammed cumplirá con su palabra y se marchará del cuadro de Coapa, pero lo hará tras dejar un legado que perdurará en la mente de muchos americanistas por el valor que tuvo este título número doce en las vitrinas amarillas.