Por: Luis Alberto Parral / Bachillerato
Seattle revivió de sus cenizas. Los Halcones Marinos regresaron de un déficit de 16 puntos y vencieron en tiempo extra 28-22 a Green Bay para revalidar su título de campeones de la Conferencia Nacional y así regresar al Super Tazón en busca de revalidar el trofeo Vince Lombardi.
El rey no ha muerto: 15 puntos en 44 segundos en la agonía del último cuarto levantaron al actual monarca de la NFL que se puso por primera vez al frente en el marcador a falta de un minuto y medio de culminar el tiempo regular.
El rey no ha muerto: 15 puntos en 44 segundos en la agonía del último cuarto levantaron al actual monarca de la NFL que se puso por primera vez al frente en el marcador a falta de un minuto y medio de culminar el tiempo regular.
Russell Wilson, interceptado 4 veces en el día, borró su mal desempeño en los primeros tres cuartos para liderar la remontada de los Halcones con una anotación terrestre que acercó a los suyos 19-14 pero con dos minutos restantes en el cronometro.
La patada corta era inminente. Steven Hauschka alzó el ovoide y Bostick Brandon se convirtió en el villano de los ‘cabeza de queso’ al fildear mal el balón, mismo que se le escurrió para que los locales encendieran sus ilusiones de una remontada épica.
Así fue. Marshawn Lynch acarreó en múltiples ocasiones el ovoide para avanzar las 50 yardas que los separaban de la zona prometida. La conversión de dos puntos se convirtió en un ‘Ave María’ de Wilson que tuvo éxito y separó a los Halcones a tres unidades de distancia.
Turno para Green Bay y Aaron Rodgers con un minuto y medio por jugar. El mariscal egresado de Wisconsin avanzó lo suficiente para colocar a su equipo en zona de gol de campo. Crosby no falló y alargó la agonía de unos empacadores que ya se veían con destino a Arizona.
La primera posesión del tiempo suplementario fue para los hombres de Pete Carroll. Wilson se redimió y en esta ocasión no falló: conectó un pase de 40 yardas a Jermaine Kearse para concretar el milagro de los Halcones que buscarán ser bicampeones de la NFL, hecho que no se logra desde hace diez años cuando lo hicieron sus rivales el 1 de Febrero, los Patriotas de Nueva Inglaterra.
