Por: Paulina Grajeda / Licenciatura
Bajo fuerte lluvia comenzó el cotejo entre Monterrey y Chivas; sin embargo, conforme transcurrieron los minutos, se determinó que el duelo no podía continuar, por lo que fue suspendido.
La redonda se detenía en cada parte del terreno de juego; los futbolistas que saltaron a la cancha lucían inseguros al momento de pelear por el esférico; nadie quiso arriesgarse de más. Sin embargo, al 10, la lluvia y los encharcamientos cobraron la primera víctima; Hiram Mier salió lesionado.
La rodilla derecha del zaguero de la sultana del norte quedó trabada en la cancha. Esto fue motivo suficiente para que Miguel Ayala, determinara al minuto 12, suspender de forma momentánea el encuentro. La acción siguiente del silbante fue ir hacia las bancas para dialogar con su terna y el Comisionario asignado para este cotejo.
Fue éste quien hizo una llamada telefónica para saber si el juego iba a continuar o si sería suspendido. Fue determinante: el partido tendría que disputarse después, ya que las condiciones del terreno de juego ponían en riesgo a los elementos y, además, no permitían ofrecer un buen espectáculo.
Tanto cuerpos técnicos como jugadores, quienes se secreteaban entre ellos tapándose la boca, se despidieron en la cancha y fueron al túnel que los llevaría a los vestuarios.
La redonda se detenía en cada parte del terreno de juego; los futbolistas que saltaron a la cancha lucían inseguros al momento de pelear por el esférico; nadie quiso arriesgarse de más. Sin embargo, al 10, la lluvia y los encharcamientos cobraron la primera víctima; Hiram Mier salió lesionado.
La rodilla derecha del zaguero de la sultana del norte quedó trabada en la cancha. Esto fue motivo suficiente para que Miguel Ayala, determinara al minuto 12, suspender de forma momentánea el encuentro. La acción siguiente del silbante fue ir hacia las bancas para dialogar con su terna y el Comisionario asignado para este cotejo.
Fue éste quien hizo una llamada telefónica para saber si el juego iba a continuar o si sería suspendido. Fue determinante: el partido tendría que disputarse después, ya que las condiciones del terreno de juego ponían en riesgo a los elementos y, además, no permitían ofrecer un buen espectáculo.
Tanto cuerpos técnicos como jugadores, quienes se secreteaban entre ellos tapándose la boca, se despidieron en la cancha y fueron al túnel que los llevaría a los vestuarios.
A quien poco le importó la lluvia fue a Aldo de Nigris, quien al escuchar el silbido del árbitro, fue hacia donde estaba la afición de Chivas, se quitó la playera y la aventó hacia ellos.
La fecha para reprogramar el partido se definirá en los próximos días, sin embargo, de acuerdo a información emitida por Monterrey, el duelo se llevará a cabo en la fecha FIFA del 10 al 12 de octubre.
