domingo, 26 de octubre de 2014

Comenzó la Temporada Grande

Por: Arturo Abiaca / Licenciatura

Se inauguró la Temporada grande en la Monumental Plaza México, donde el triunfador del primer cartel, fue el  matador queretano Octavio García 'El Payo' que cortó tres orejas. También estuvieron Diego Silveti y el español Morante de la Puebla. 
'El Payo' arrebató los mejores ‘Oles’, de la afición con el segundo toro de la tarde, al cual con un par de chicuelinas y verónicas logró dominar y mostrar su calidad en sus pases con la mano derecha, mismos que le bastaron para conseguir el primer apéndice de la temporada. 
Pero, sin duda alguna, el mejor momento de la tarde fue con el quinto toro, el cual mostró nobleza y buenas embestidas, las cuales supo manejar y correr la mano, para mantener al astado cerca de la muleta, y culminar con una certera estocada, que le valió dos orejas al dar una muerte fulminante al animal que rápidamente cayó.
Los otros alternantes fueron el sevillano Morante de la Puebla que simplemente no estuvo en su día, al fallar con la espada con sus toros en turno y con el toro de regalo. El español no pudo evitar escuchar en tres ocasiones los avisos del juez de plaza, al no poder realizar un buen trabajo con la espada.
En su tercer turno, el astado del español mostró grandes cosas y una bravura que emocionó al público. Fue tanta la emoción, que el animal brincó las barreras y cayó en el burladero, asustando a todos los que se encontraban en ese sitio. Gran toro, que dio por momentos aplausos para el español, pero que no pudo impedir los abucheos al no poder matar de buena forma. 
Para Diego Silveti fue una tarde discutida por los aplausos y ovaciones, pero por otro lado, por el reproche del público para la cuadrilla que lo acompañaba. En su primer turno, 'El Príncipe', como también es conocido el matador, tuvo una faena de grandes pases, pero problemas con la espada, al escuchar un aviso. 
Para el sexto toro del cartel, los abucheos de la gente no fueron culpa del matador, sino de su cuadrilla, ya que los picadores fallaron en su turno, al igual que los banderilleros, que simplemente no pudieron con el toro. Para finalizar la faena, Diego consiguió mostrar la casta de torero con grandes pases de verónicas, que no le bastaron para ser recompensado por el juez. 

Los toros fueron de la ganadería de Barralva y uno de reserva. La Plaza lució una buena entrada, al verse pocos lugares solitarios.