sábado, 14 de marzo de 2015

Brote de violencia entre aficionados rojiblancos

Por: Agencia JRF


El triunfo del Guadalajara frente a Puebla, se vio empañado con la violencia entre ‘barras bravas’ en el segundo tiempo y el final del partido. Se reportaron cuatro heridos de gravedad, aunque las familias asistentes no fueron afectadas.
Lo que parecía ser una noche de algarabía para los fanáticos rojiblancos, terminó en una noche de sangre y piedrazos. Durante el desarrollo de la segunda mitad, una vorágine de golpes estalló donde se encontraban los radicales de Chivas. La disputa fue entre el grupo de Guadalajara (La Irreverente) y el del Distrito Federal (La Insurgencia).
Ante el conato de bronca, algunos barristas escalaron la reja que separa a la afición de la zona de porras, al grado que dicha barda fue derribada. Enseguida los cuerpos policiales trataron de calmar los ánimos al reprimir las agresiones con gas lacrimógeno.
El encuentro continuó en la cancha; en la tribuna las dos agrupaciones, ya separadas por granaderos, continuaron con el apoyo al 'Rebaño Sagrado'. Sin embargo, no satisfechos con lo ocurrido, en las afueras del Estadio Universitario de la BUAP se entonaron gritos de socorro y animosidad para incitar a la violencia.
Una lluvia de ladrillos y patadas ahuyentó de inmediato a las familias que salieron con miedo de las inmediaciones del recinto. La trifulca dejó 4 lesionados, uno de ellos se reportó en el hospital y los otros fueron atendidos después de la gresca. El testimonio de algunos involucrados coincide en que el problema fue una "venganza" por parte del grupo de animación tapatío debido a que, según piensan, los capitalinos tuvieron la culpa de que no ingresaran al Estadio Azul semanas atrás, cuando dos camiones fueron regresados por no contar con boleto.

Al final, Chivas ganó 2-1 a Puebla en duelo vital por la permanencia en Primera División. Pese a que la victoria no fue suficiente para los revoltosos, la afición en general quedó libre de daños y sólo con una desagradable experiencia.