viernes, 5 de junio de 2015

Dobles papeles en la primera Copa América

Selección de Uruguay en la Copa América 1916 / Fotografía: Especial

Por: Adán Manzano / Bachillerato JRF
La Copa América tuvo carencias durante su primera edición celebrada en Argentina, en 1916, debido a la falta de organización y de árbitros. Ante esta escasez, el director técnico de Chile, Carlos Fanta, y el jugador brasileño Sidney Pullen, tuvieron que apoyar al certamen y dirigir algunos partidos como colegiados. La Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL), que se creó mientras se jugaba el torneo (9 de Julio de 1916), pidió a ambos que ayudaran a pitar.
Todos los encuentros de la competición se disputaron en el Estadio Gimnasia y Esgrima de la ciudad de Buenos Aires, por lo que no afectaría su movilidad para afrontar los partidos de su selección en la Copa Sudamericana, como se le denominaba en esa época.
En la justa participaron cuatro naciones. Argentina, Brasil, Chile y Uruguay, contendieron en el sistema de liga, que se llevó a cabo en una sola vuelta. El equipo con mayor cantidad de puntos conseguía el trofeo.
Primeramente, el futbolista verdeamarela fue el silbante central del segundo enfrentamiento de la competición continental, donde se midió el anfitrión en contra de su similar de Chile. La “Albiceleste” goleó 6-1 a “La Roja”, y se acreditó su primer triunfo.
Pullen compitió con la ´Selección Carioca´, que finalizó con dos empates a un gol ante Chile y Argentina. Además, sufrió un descalabro 2-1 ante Uruguay, quien obtuvo el primer título sudamericano.
Por otra parte, el entrenador Fanta dirigió un par de duelos. El chileno fue escogido para llevar a cabo dos de los tres últimos encuentros del torneo. Los cotejos fueron entre Argentina y Brasil, y el partido de Uruguay ante la misma selección “Canarinha”.
El cotejo entre el equipo anfitrión y el ´Scratch Du Oro´ finalizó con un empate 1-1. Mientras que en el segundo encuentro, el equipo “Charrúa” se impuso 2-1 a los brasileños.
Con Chile, el estratega no alcanzó ninguna victoria y solo consiguió un empate y acumuló dos derrotas, para apuntarse así, el último lugar de la competición.
En ninguno de los partidos, los “árbitros” reclutados de emergencia, no tuvieron alguna polémica arbitral o una marcación dudosa. Por esta razón, su doble papel en esta competencia continental no se vio manchado y pasó a la historia como un hecho que en la actualidad sería imposible de realizar.