miércoles, 8 de abril de 2015

Tigres y su lucha a muerte en dos torneos


Por: Paulina Grajeda / Licenciatura

Disputar dos torneos no es cosa sencilla para los clubes y menos cuando se tienen que hacer viajes de alrededor de 8 mil kilómetros de distancia; el desgaste físico cobra factura. Es por esto que algunos técnicos sólo apuestan a un certamen y dejan el otro de lado; sin embargo, parece ser que hay estrategas que se las idean para solventar ambas justas.

Contrario a lo pensado por muchas personas, con base en antecedentes históricos, Ricardo Ferretti le ha cambiado la cara a Tigres tanto en la Liga Mx como en la Copa Libertadores, torneo que, en 2012, desdeñó. Ahora, todo parece ser diferente. 

En la competición sudamericana, el cuadro felino acumula 10 unidades, producto de tres victorias y un empate. Además, tiene nueve goles a favor y sólo uno en contra. Al igual que Corinthians, Cruzeiro, Universitario de Sucre, Huracán y Boca Juniors, está invicto en el certamen. Por si esto fuera poco, es el tercer equipo más goleador, sólo por debajo de Boca y Racing; y ocupa la misma posición en la mejor defensiva.

Mientras tanto, en el torneo local, los de la Sultana del Norte marchan como quinto general luego de obtener 19 unidades de 36 disponibles; sólo están por debajo del primer sitio por cuatro puntos. Además, ligan tres fechas sin conocer la derrota, acumulando siete puntos de los nueve en juego.

Pero no sólo los números avalan el buen momento que vive Tigres, sino también, el accionar del equipo, pues, una vez más, se muestra como un conjunto sólido y agresivo. Ofensivamente, Joffre Guerrón y Rafael Sobis le han cambiado la cara al equipo; en la zaga, Hugo Ayala luce como uno de los mejores defensas de la Liga y, en el medio campo, Egidio Arévalo es más líder que nunca.

Actualmente, luce complicado que alguna escuadra pueda pasar por encima de Tigres que, recientemente, venció a Veracruz por 3-1, rival que llegaba como segundo de la tabla general y que terminó exhibido por los dirigidos por Ferretti, quien parece haber sido iluminado por un ser no conocido que le hizo darse cuenta que, tanto la liga como un torneo internacional, deben pelearse a muerte.