Fotos: Adán Manzano - Bachillerato |
Por: Nayelli Rodríguez / Bachillerato
Pachuca, de la mano del Salón de la Fama, se vistió de gala para recibir a la cuarta generación de los ‘inmortalizados’ en el balompié nacional e internacional. Los investidos de la noche fueron: Javier Aguirre, César Luis Menotti, Leonardo Cuéllar, Nemesio Diez, Santiago Bernabéu, Alex Ferguson, Carlos Valderrama, Isidro Lángara, Giuseppe Meazza, Manuel Lapuente y Romario da Souza Faria.
El presidente de Grupo Pachuca y el gobernador de Hidalgo, José Francisco Olvera, otorgaron una placa conmemorativa al dueño de los 49ers de San Francisco, John York, pues ayudó a Jesús Martínez a aterrizar la idea de crear el Salón de la Fama.
Miguel Ángel Gil, el accionista mayoritario del Atlético de Madrid, presentó a Javier Aguirre, primer investido de la noche. El ahora técnico de Japón se mostró eternamente agradecido hacia su esposa, pero también hacia otras personas que se cruzaron en su carrera: “Estar aquí es un sentimiento de gratitud. A los amigos, la vida, entrenadores, jugadores, auxiliares, rivales, árbitros, periodistas, directivos, a todos ellos y al futbol, gracias”, afirmó.
Menotti, no pudo asistir a la ceremonia debido a problemas de salud, sin embargo, mediante un video mencionó: “Es un honor estar aquí, creo que se les pasó la mano conmigo. Es más importante estar aquí que ganar un campeonato del mundo.”
Respectivamente, con un video se invistieron a los 3 decanos: Isidro Lángara, Giussepe Meazza y Santiago Bernabéu.
Valentín Diez recibió el trofeo de su padre, Nemesio Diez, en la rama de directivo. “Es un reconocimiento al cariño y entrega que tuvo mi padre por el futbol”, puntualizó.
Otro de los ausentes de la noche fue Romario, pero mediante un video Ronaldinho le brindó unas palabras: “Gracias a él decidí lo que haría de mi vida y tuve el placer de jugar con él. Es mi ídolo.”
Sir Alex Ferguson tampoco estuvo presente e igualmente con un video, Javier Hernández, habló lo que significa su ex entrenador: “Él es una persona especial en mi vida, siempre me ha apoyado y quiero felicitarlo por este recibimiento más que merecido.”
Para cerrar la noche, Carlos Valderrama, en medio de lágrimas, le dedicó a la niñez de todo el mundo este premio. “Muchas gracias a la gente que hizo posible este sueño de estar en el Salón de la Fama, no es fácil pero siempre trabajé para lograr algo importante. Agradezco a mis padres, hermanos, esposa, hijos, compañeros y técnicos que me formaron como deportista y como persona”, concluyó.