Por: Manuel Athié / Diplomado
La gélida cancha del Arena Borisov fue testigo de primera fila del sufrido y descompuesto 3 a 2 que padeció el conjunto mexicano ante los bielorrusos, en el segundo y último partido de los aztecas por el viejo continente.
La primera parte del encuentro se vio entumecida por las condiciones climáticas y por la poca disposición ofensiva de ambas escuadras, ya que las llegadas al arco contrario se dieron a cuentagotas y sin mucha explosividad.
Las emociones que sacudieron el frío llegaron en la parte complementaria del duelo amistoso. Apenas corrían los primeros dos minutos del segundo lapso cuando Jonathan dos Santos, que tuvo una gran actuación, asistió con un pase elevado a Raúl Jiménez, quien controló el esférico con el pecho y remató de pierna derecha para el primer gol del encuentro.
Sin más ni menos, tres minutos más tarde los bielorrusos empataron el marcador. El minuto 50 fue testigo de la anotación de Sergei Kislyak, pero los mexicanos no se quedaron con los brazos cruzados ya que tras un buen servicio de Giovani dos Santos, Raúl Jiménez concretó el doblete al minuto 53.
Cuando las anotaciones parecían agotadas, un potente centro al área chica terminó siendo conectado por la testa de Nikolai Signevich al 55′ que colocó la pizarra 2 a 2.
Cuando todo apuntaba a que se concretaría el empate, una serie de rebotes en el área grande dio la oportunidad a Pavel Nekhaichik de dispar de manera correcta a la portería defendida por Talavera, marcando el tanto definitivo que sentenciaba la derrota del conjunto azteca en tierras europeas.
Con una victoria ante Holanda y una derrota ante Bielorrusia, México cerró su ciclo futbolístico del 2014, para dar paso a la planeación de lo que será la Copa Oro y Copa América del 2015.
